En todo el mundo, se estima que 600 millones de personas -casi 1 de cada 10- caen enfermas tras consumir alimentos contaminados cada año, y la preocupación por la seguridad alimentaria se ha visto afectada por la pandemia de COVID-19. Para hacer frente a esta situación, minoristas y distribuidores del sector alimentario de todo el mundo, están trabajando para que cada día, se mejore la calidad y la seguridad de la producción alimentaria.
Por eso se deben elaborar Planes Food Defense, para reducir el riesgo de alteraciones nocivas, voluntarias o intencionadas en la cadena de suministro de alimentos. Estas acciones maliciosas, criminales o terroristas son un gran peligro ya que implican agentes tóxicos o mortales que pueden desencadenar un alto nivel de daño al producto, la empresa y, lo más importante, los consumidores.
¿Quiénes podrían buscar este tipo de daño?
Empleados o desempleados descontentos, grupos terroristas encubiertos como servicio de limpieza, contratistas, empleados temporales, empleados de carga y descarga, visitantes… Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, estos daños se generan de manera involuntaria.
¿Cómo evitar poner en riesgo la cadena de suministro alimentario?
Primero debes evaluar los riesgos y amenazas, tanto interior (Sistema de Video vigilancia, alarma, zonas de acceso restringido, sistema de control informático…) como exterior (perímetro, luminaria exterior, control de acceso de personas y vehículos, ventanas, cerraduras, puertas y portones…). Deberás analizar la seguridad del transporte, almacenes y áreas de producción, las materias primas, los servicios, zonas de recepción y expedición de productos, y el personal tanto interno como externo con extrema precaución.
También es recomendable formar al personal en Food Defense, la formación es el mejor tipo de prevención.
Una vez identificados los riesgos y vulnerabilidades, se desarrollan e implantan métodos adecuados de control, basados en la eliminación, reducción y mantenimiento del riesgo a niveles aceptables. Identificar las medidas Preventivas para reducir al mínimo las vulnerabilidades, ayuda a la organización a planificar y a definir los recursos necesarios para mantener el programa. Los riesgos mayores tendrán prioridad.
Por último, deberás saber qué se hace y cómo se notifica cuando hay una amenaza o cuando se presenta alguna actividad sospechosa en las instalaciones y en caso de alerta, establecer un Plan de retirada de producto.
Recuerda siempre la Iniciativa ALERT:
- Assure (asegurar)
- Look (mira)
- Employees (empleados)
- Reports (informes)
- Threat (amenaza)
Si quieres conocer más acerca de un PLAN FOOD DEFENSE o necesitas una consultoría sobre seguridad alimentaria, en SEGAL queremos ayudarte. ¡Contáctanos!