La industria alimentaria está en constante evolución. En los últimos años, hemos contemplado una revolución tecnológica que ha cambiado la manera en la que consumimos, producimos y procesamos alimentos. Esto se ha visto reflejado en el aumento de alimentos ecológicos o el de normativas alimentarias, por ejemplo. Han aparecido numerosas herramientas innovadoras que han contribuido notablemente a mejorar la seguridad alimentaria. De esta manera facilitan que se puedan conocer mejor las necesidades de los clientes, la trazabilidad alimentaria, desarrollar campañas de marketing más efectivas o ayudar a asegurar la inocuidad de los alimentos. A continuación, hablaremos sobre estas herramientas:
Inteligencia artificial y Seguridad Alimentaria
La Inteligencia Artificial en Seguridad Alimentaria consiste en la mejora de la eficiencia de las empresas. Permite obtener una gran cantidad de información acerca de los mercados, las tendencias más actuales o las preferencias de los consumidores. Además, puede contribuir a mejorar la calidad de los alimentos y reducir el riesgo de contaminación. Sistemas de monitoreo en tiempo real. Estos sistemas pueden detectar cambios en los patrones de producción y alertar a los productores en caso de que se detecten desviaciones o problemas.
Blockchain y Seguridad Alimentaria
El blockchain es una tecnología de registro distribuido que permite garantizar la autenticidad de los alimentos. Además, puede crear registros de seguimiento y trazabilidad de los alimentos a lo largo de toda la cadena alimentaria. Se puede registrar la información sobre la producción, procesamiento y distribución de los alimentos. Estos registros pueden ser utilizados para rastrear los alimentos desde su origen asta su destino final.
IoT y Seguridad Alimentaria
El Internet de las cosas (IoT) ofrece mejoras en la trazabilidad de los alimentos a lo largo de la cadena de suministro. Al emplear dispositivos conectados, los productores pueden registrar información en tiempo real sobre la producción y distribución de alimentos. Mejorando así la transparencia y la confianza en la cadena alimentaria. Además, puede ayudar a reducir los riesgos de enfermedades asociadas al sector.
